Hawaian Holiday es el nombre de su nueva propuesta donde se inspira, como su nombre lo indica, en los estampados hawaianos, bien tropicales, sobre cortes minimalistas y siluetas limpias que destaca y luce en muchas de sus creaciones. Es bueno señalar otra tendencia dentro de su presentación, una más neutra, más masculina, piezas con menor protagonismo pero sencillamente perfectas. Podría decirse que es “mezcla y combina”. La misma diseñadora lo confirma: “Lo bueno de la colección crucero es la versatilidad. No hace falta controlarse tanto. Puedes dar un montón de cosas diferentes a gente diferente, sin miedo a equivocarse”. Una palabra que suele escucharse en las colecciones Resort es “versatilidad”, más político que “comercial” una colección versátil es aquella que se adapta bien a las necesidades de las clientas: sea donde sea que estén y sea cual fuere su preferencia. La muestra retrotrae también a los veranos de infancia en la playa y la “ropa de vacaciones” donde se mezcla todo, sin pensar en combinar o no, y que al final resultan atuendos interesantes y frescos.
Bajo la influencia hawaiana propone faldas largas, juegos de volúmenes, prendas mini y todo, con el estampado que la diseñadora ha elegido como el estrella de esta colección, destacándose sus camisas, que ofrecen lo mismo pero con diseños rigurosamente simétricos. El resto de la presentación, tiene otra estética mucho más easy y de ciudad, aunque los colores siguen mezclándose para no caer en el clásico camel y rojo del año pasado. El naranja, seguirá pisando fuerte en otoño, pero el color preferido de Stella en esta propuesta es el fucsia, para cortar con colores como el negro, por ejemplo. No faltaron prendas clásicas de corte impecable, como pantalones pitillo, blazers maxi y camisas de cuello bebé pero el toque de locura estuvo dado en la paleta de colores: cobalto, limón, caramelo y otros.
En su colección entremezcla estampados en blanco y negro, otro que se destaca es el de la pata de gallo, un clásico en invierno que vivió su último furor hace cuatro temporadas. Mezcla no sólo los estampados, sino también los tejidos. Las prendas más básicas, como un vestido negro, se actualizan mediante la inserción de piezas de tejido de distinto color, como por ejemplo el uso de los ribetes blancos. Las rayas, en distintos anchos y colores, se conjugan en looks estructurados y de aire masculino.
Stella McCartney también apuesta al mono, que lo presenta en una versión minimalista, elegante y sofisticada. Un detalle romántico está dado por los vestidos bordados y también aparecen nuevamente los lazos en blanco y negro, llevando algunas prendas hacia una estética años 50. Las chaquetas de inspiración masculinas cuentan para la diseñadora y las más largas tipo levita la ofrece, por ejemplo, en color camel. También deconstruye la clásica chaqueta del esmoquin, para darle un nuevo look, femenino y original. Continúa con sus prints, donde propone los tonos fríos, como el negro, y azul oscuro que sirven de fondo para motivos en naranja, verde y fucsia. Los zapatos, aunque de formas clásicas, innovan mediante pequeños detalles, como el remate fucsia o el tacón metálico dorado. El pitón, siempre en colores energy, fue una de las texturas clave de la colección de accesorios. Las pequeñas carteras de mano también serán un must la primavera que viene.
Los complementos más sobrios, como en tonos beige, sorprenden siempre con algún elemento energy. Ésa es la clave de todo. Stella McCartney crea una colección de prendas fáciles de combinar y suficientemente originales para dar un toque especial a cada look. La diseñadora cosechó un éxito rotundo con sus propuestas y con la puesta en escena de la presentación.
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